Hoy es de esos pocos días que en Oasis ha amanecido nublado, a veces da gusto ver un poco de lluvia.

La chica era muy mona y tenía toda la actitud para convertirse en miembro del grupo selecto de los amigos de Carla.

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Invitamos a Marina a unirse a nosotros, primero comimos algo en la cafetería y luego salimos cinco minutos a qué nos diese el aire.

Lo dijo con tanto orgullo que me dio vergüenza decirle que hablaba de mi madre. Cuando Kyoko llegó al insti me pasó algo parecido. Ser hijo de la única persona famosa en Oasis se me hace a veces un tanto abrumador.

De reojo vi que Adalia no miraba a Marina con demasiado cariño.

Y menos mal, porque la conversación me estaba incomodando un poco.

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Por la tarde me acerqué a casa de Carla, me había cruzado un par de veces con ella en el insti y la había visto algo apagada.

Para navidades le regalé a Carla todo un set para su canal de YouTube. Se está esforzando mucho para conseguir sacar algo de dinero.

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No se lo tuvo que pensar demasiado, Carla mataría por un helado en cualquier momento del año.

Nos pasamos el resto de la tarde hablando de pequeñas cosas sin importancia, pero conseguimos que Carla dejase de pensar en su madre.