A mi móvil no paraban de llegar mensajitos navideños.

Jeje, este Vi.

La despedida con Bruno fue bastante dramática. Se iban a ver en dos días, pero se lo tomaron como si no fuesen a verse en años.

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Después de la despedida, Bruno se quedó chafado y yo no iba a permitir tener a mi hermano como alma en pena los dos últimos días que íbamos a pasar juntos.

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Por la tarde cogimos el coche y nos acercamos a un mercadillo navideño que habían abierto por la zona diseñado por SantrufaSims.

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Reservamos una mesa para disfrutar de la cena en familia en un restaurante que estaba por el pueblo. Lo recomendaba mucha gente en Simadvisor y decidimos pasar allí la Nochebuena.

Bruno es un glotón, siempre alucina experimentando con platos nuevos.

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Mis padres y la abuela se fueron a dormir en cuanto volvimos de la cena, yo me puse a contestar mensajes por whats app mientras Bruno se daba una ducha.

Nos pusimos al día de todo, llevábamos meses sin pasar tantas horas hablando. Vi y Eira son mis confidentes pero Bruno siempre estará por encima de cualquier otra persona. Saber que le puedes contar tus más íntimos secretos a alguien y que jamás de los jamases te juzgará por ello, es algo que es difícil encontrar fuera de la familia.

Y así nos pasamos horas y horas saltando de un tema a otro, sin tregua, con toda la calma del mundo. Fue uno de esos momentos que no quieres que acaben nunca porque sabes que tardarás en volver a repetirlo y quieres exprimirlo al máximo. Nos dieron las tres de la mañana y aún hubiese seguido hablando con él.