"Acabamos de llegar a casa de la abuela, vengo todo el camino con los ojos como platos, siempre se me olvida lo bonito que es este sitio."

"Estamos agotados del viaje, mi padre y Bruno ya se han ido a la cama pero a mí me apetecía dar un paseíto con Nube de Nata que se ha portado genial y se lo merecía."

"Esta casa ha estado vacía desde que yo era pequeña, siempre estaba tapiada y con hierbajos por todos lados, Bruno y yo la llamamos la mansión encantada ¿Quién debe haber comprado semejante casoplón?"

"Y ahí está... la casa de mis sueños."

"Pero mi abuela no pierde ocasión para pegarnos un buen susto y en cuanto me he girado casi saco el corazón por la boca."

"La máquina de repostería está hecha un verdadero asco, seguramente, desde la última vez que estuve por aquí, la abuela no ha vuelto a arrancarla."

"Está quedando impoluta..."

"Cargando un poquito de harina..."

"Me encanta hacer pastelitos. Mi madre siempre dice que soy un clon de mi abuela pero sin su endemoniada pillería."

"Mientras la abuela y mi padre cocinaban, hemos decidido salir a pasear por los alrededores. Mi madre siempre nos llevaba a cosechar árboles, pescar, o buscar minerales... la echamos tanto de menos..."

"Estos niños..."

"Aunque llevo toda mi vida en Oasis Spring, siempre he sentido que pertenezco a Windenburg. Estoy enamorada de este lugar, sus espesos bosques, sus lagos y ríos, el mar, la preciosa ciudad... Creo que hasta mis padres tienen claro que en cuanto pueda cogeré las maletas y me vendré para aquí."